“Estamos hechos de pequeños momentos” Angie Orjuela a 42K del sueño parisino
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Angie Orjuela, en sus terceros Juegos Olímpicos
“Estamos hechos de pequeños momentos. Estamos forjados desde y por aquellos que amamos. Somos el reflejo de nuestras palabras y nuestros actos. Somos las derrotas y las victorias, nuestras renuncias y nuestros intentos. Y algún día, al fin seremos como aquellos que siempre han trabajado por ser” Angie Orjuela, post Maratón de Berlín 2023.
Sueños y más sueños se mueven al paso de los miles de corredores que día tras día entregan lo mejor de sí en sus entrenamientos, en la pista de atletismo del Parque Tunal, ubicada en el sur de Bogotá.
Transcurría el año 2002, cuando una joven de 13 años, quien cursaba octavo grado en el colegio José María Córdoba, realizó un test de Cooper bajo la orientación del profesor Luis Antonio Rincón, quien le detectó cualidades para el atletismo y de inmediato la inició en una carrera deportiva, con victorias y derrotas, que hoy tienen a Angie Rocio Orjuela Soche, ad-portas de convertirse en la primera maratonista colombiana en representar el tricolor nacional en tres Juegos Olímpicos.
Durante sus primeros pasos, el apoyo de su familia fue primordial. Su padre recorría las calles y los negocios del barrio Juan Pablo II (Ciudad Bolívar), en donde ella creció, para pedir apoyo en los almacenes y locales donde conocían a la deportista, para solventar sus viajes y gastos.
Y es que la familia Orjuela Soche tiene un apellido más allá de sus registros civiles: se llama “correr”. Los padres de Angie, José y Matilde practican el atletismo de forma recreativa; sus hermanos, Yesid y Ana Milena, y su esposo, Andrés Camilo Camargo, han representado a Colombia a nivel internacional, en pruebas de pista y ruta.
La temporada 2012 marcó el inicio de una vertiginosa carrera deportiva para la maratonista bogotana, que ese año logró dos medallas: una de plata, en 10.000 metros planos, y una de bronce, en la distancia del maratón, en los Juegos Deportivos Nacionales, de Santander de Quilichao (Cauca). Además, fue octava en la media maratón de Bogotá y tercera en la Carrera Allianz 15K.
La llegada del 2013 fue a su vez, la llegada del motivo que ha cambiado su vida: su hija Shalane, que fue bautizada así en honor a la estadounidense Shalane Flanagan, medalla de plata en los 10.000 metros de los Juegos de Pekín 2008 y ganadora del Maratón de Nueva York en 2017.
Con la firme convicción que lo mejor estaba por venir, Angie fijó su mirada firme y tenaz en el inevitable “sueño olímpico”; es por ello que, 20 meses después del nacimiento de su retoño, Angie conseguía el registro mínimo de clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en la Maratón de Santiago de Chile, con un tiempo de dos horas 34 minutos y 58 segundos.
A mediados del 2015, ingresó a las filas del principal grupo de atletismo de fondo de Colombia, el Equipo Porvenir, con quienes repitió el top 10 en la media maratón de Bogotá, del año 2012, y ganó el primero de sus siete títulos, en los 15K de Bogotá.
Su primer año olímpico le dejó un registro de 2:37:05 y una casilla 43 en Río de Janeiro, el 14 de agosto del 2016, además de su primer Campeonato Mundial de Media Maratón en Cardiff, Inglaterra, con un registro de 1:13:16 y una posición 30.
Durante su siguiente ciclo olímpico, Orjuela se dedicó a darle metales a su país: medalla de plata en la media maratón de los Juegos Deportivos Bolivarianos, Santa Marta 2017; bronce en la maratón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018, y la medalla de bronce en la maratón de los Juegos Panamericanos, Lima 2019.
Con la pandemia llegó la oportunidad única de prepararse específicamente y buscar sus segundos Juegos Olímpicos, al hilo. Y la opción fue recibida con un récord nacional: Angie Orjuela viajó a una de las escasas maratones realizadas en el cierre de la temporada 2020.
Fue la ciudad de Valencia, España, el escenario en donde la bogotana clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio y marcó un registro de 2:29:12, para establecer un nuevo tope nacional.
El día 7 de agosto del 2021, la ciudad de Sapporo, en Japón, en un año atípico para los Juegos Olímpicos, le permitió a la más importante maratonista de toda la historia en Colombia, cruzar la meta de su segunda cita ecuménica, con un tiempo de 2:40:04.
La Maratón de Boston del año 2022 fue la primera “World Marathon Majors” de Angie, en la cual fue top 20, para, posteriormente, ser quinta en la media maratón de Bogotá, antesala de los hechos históricos que traería el año 2023.
“Esto ha sido un proceso de muchísimos años de carrera deportiva. Tuve algunas paras deportivamente, porque sentía que no era un deporte para mí. Yo creo que el camino hace que volvamos allí donde somos felices, y la vida me trajo nuevamente a entrenar y a intentar varias veces”, así sentenciaba Angie su momento épico, días antes de viajar a la Maratón de Berlín.
Precedida por el tercer lugar en la media maratón de Bogotá, que la situaba como una de las más grandes fondistas del área, la colombiana buscaba llegar a sus terceros Juegos Olímpicos, en la ciudad de las artes, los artistas y los museos.
Y así fue. En la madrugada del 24 de septiembre del año 2023, el atletismo plasmó en sus pergaminos lo que la familia Orjuela Soche había “decretado en sus oraciones”: récord nacional, récord suramericano y clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Lo que nunca me imaginé fue romper un récord suramericano, que fue una sorpresa. Cuando pasé la línea, mi mánager me lo contó; me desarmé, lloré mucho porque han sido muchísimos años buscando este momento, esperando una recompensa a tantos días de trabajo y de entrega total”, fueron las palabras de la única mujer colombiana que ha logrado este “hat trick” en una major.
Con 34 años, una hermosa hija que la llena de orgullo, un esposo que es no solo su compañía, sino su guía en los entrenamientos, una bella familia enamorada del running, Angie Orjuela afrontará 42.195 metros más en la Ciudad Luz.
Por Jorge Lozano
Jefe de Comunicaciones Equipo Porvenir